sábado, 23 de junio de 2007

LOS TIEMPOS DEL FANTASMA (CUARTA PARTE) Autor: LAMORGIA OSCAR

5. DEL MOMENTO JUSTO: ENTRE LA DETECCIÓN Y EL DECRETOHay algo que plantea Lacan en la Conferencia de Ginebra sobre el síntoma, dice: “hasta cierto punto se concluye siempre demasiado pronto, pero ese demasiado pronto es la limitación de un demasiado tarde”. El demasiado pronto con el que alguien lleva adelante un acto, da testimonio de que no existe un tiempo justo para hacer las cosas. Es decir que hay un punto conclusivo que está signado por una cierta arbitrariedad. Entonces tenemos, la dimensión de la anticipación ligada a la neurosis, la retrosignificación, el aprés-coup y el acto que tiene que ver con el corte. Pensemos en el acto analítico. Se procede entre el azar y el cálculo. Hay otro tiempo que es eficaz sin que uno pueda situar en qué momento ocurrió, si es que ocurrió en algún momento situable. Es todo lo que es primario, todo lo que en Freud aparece como lógica originaria o primordial, la identificación primaria al padre de la horda, narcisismo primario, proceso primario, etc. Todo lo que es primario termina siendo una suerte de inferencia teórica, uno puede inferir que hay identificación primaria al padre de la horda, pero no es un dato clínico. Uno puede preguntarse, ensayando una suerte de juego comparativo entre el paradigma científico que nos rige, y el paradigma del sujeto: Einstein en tanto instituye una relativización de la física clásica y su desmesura ¿hace que sea mentira lo que decía Newton? Era verdad hasta que alguien logró provocar un quebranto en el paradigma anterior. En cuyo caso cada paradigma es una ficción, pero una ficción que tiene eficacia real en la vida de la gente. La interpretación en psicoanálisis arma una lectura diversa respecto de la que el analizante hacía sobre sí, arma una ficción distinta, un paradigma distinto. Porque en algún sentido la realidad siempre es una interpretación de la realidad.Es importante recalcar que el psicoanálisis no es un determinismo ilustrado. Fíjense lo que ocurre con el mito de Edipo. Allí podría decirse que se genera toda la tragedia cuando él toma conocimiento de lo que hizo, no hay ningún efecto traumático en haber matado a Layo ni en haberse acostado con Yocasta. El efecto traumático se produce cuando hay un S2 que determina que Layo y Yocasta son lo que la historia dice que son, esto podría ser una mentira y aún así el efecto de tragedia se hubiera desencadenado igual. Quiero decir que no es que, como se piensa a veces, en torno a la resignificación que algo segundo retrosignifica o gatilla algo que fue traumático al principio, no. No había nada de traumático en Edipo hasta que él supo la verdad.

6. TIEMPO DE FANTASMAS

Haremos una suerte de lectura comparativa de lo que son los tiempos del fantasma, que también son tiempos no situables, no son tiempos detectables a nivel del calendario, no son tiempos que armen la efemérides de ningún análisis. En los tres enunciados gramaticales que nos muestra Freud en el texto “Pegan a un niño”, justamente lo que importa prioritariamente es ver cómo “ser pegado por el padre” es un equivalente de “ser amado por el padre”, por eso vemos allí una identificación de lo que significa el amor del/al padre. Es un texto complementario de “El problema económico del masoquismo” donde a través de la flagelación, el padre inscribe en el cuerpo del viviente la castración simbólica.Entonces, el primer tiempo es: “el padre pega al niño odiado por mí”. El segundo tiempo, es una construcción del análisis, esto no se detecta así enunciado, por lo tanto no sería un dato clínico y se formula del siguiente modo, “yo soy pegado por mi padre” y en el tercer tiempo aparece el “se” impersonal y esto se puede plantear de dos formas “se pega a un niño”, que ilustra el punto en el cual cesan las asociaciones. De las formas traducidas, la que me parece más correcta es la planteada por Jacques-Alain Miller : “un niño es, siendo pegado”. En el texto sobre el tiempo lógico, que es un escrito bastante antiguo, Lacan plantea tres tiempos, tanto para la dirección de toda una cura, como para pensar sesión por sesión. En orden como vienen enunciados serían: Instante de ver, Tiempo para comprender y Momento de concluir. En general, en cada uno de esos tres tiempos se puede inteligir un predominio en relación a los tres registros. En el instante de ver se puede pensar que hay un predominio de lo imaginario, en el tiempo de comprender un predominio de lo simbólico y en el momento de concluir, como corte, predominio de lo real; pero que sea “a predominio de...”, no significa que los registros se presenten “en estado puro”.Ahora si se piensa en el esquema del rulo, ese dibujo que habíamos visto en la entrega anterior, veremos que muchas veces el tiempo de comprender se produce después del momento de concluir... la sesión, en el intervalo entre una sesión y otra o más adelante. Esto de ser pegado/ser amado me recuerda algo que leí una vez de un psiquiatra canadiense llamado Eric Berne y que fue el creador del análisis transaccional, que decía “mejor una caricia que una patada, pero mejor una patada que nada”. Aquí se hace jugar a los tiempos lógicos en algo que muchas veces no parece conectado, pero que al mismo tiempo tiene efectos en la vida del sujeto. Algo que uno no puede determinar en qué momento ocurrió, es más, no se puede determinar si ocurrió o no, y aún así se trata de uno de los principales reguladores en la vida de alguien. Entonces, una vez más, no se trata del tiempo del reloj.

PEGAN A UN NIÑO (Freud)

TIEMPO LÓGICO (Lacan)-

El padre pega al niño odiado por mi.-
Yo soy pegado por el padre-
Se pega a un niño(aparición del se impersonal)-
Tiempo de comprender (los celos)-
Momento de concluir (rápido, que mi padre me pegue, por miedo a que prefiera a mi hermano... pegar).
- Instante de ver (la escena)

La significación siempre tiene una función inaugural, dado que funda un cierto sentido que antes no estaba. La re-significación prende algo que ya viene pre-figurado. La significación posee un efecto de ruptura epistémica a nivel de la epistemología del sujeto. Un cambio de paradigma. La significación, en los términos antedichos, estaría más ligada al aprés-coup. En el caso de “cerezas” lo que hay entre la homofonía que liga “cerezas” y “ser esas”, es decir la significación que adquiere el cajón que cae como resto, eso que allí se significa, adquiere un estatuto que antes no tenía. Pensemos un poco: ¿Esta chica acaso no sabía propiamente que el padre se había muerto en condiciones dudosas? Sí, lo supo desde siempre, pero al mismo tiempo la significación que eso adquiere ahora es muy otra, sabe de otra manera. Hay un plus de sentido y, por tanto, una ganancia de saber que, llegado el caso (ni antes, ni después), habrá ocupado el lugar de la verdad.

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